miércoles, 22 de junio de 2011

Cerebro chico o cerebro grande

Esta entrada no trata de ningún libro, trata del tamaño de nuestro cerebro. Hace unos días una amiga me comenta una situación familiar; ella está viendo en televisión un programa que se puede considerar frívolo, que versa sobre las excentricidades de un grupo de mujeres  millonarias o de este estilo, y por ello su pareja le dice algo así como que por ver esas cosas se le va a empequeñecer el cerebro.
No he dejado de darle vueltas al tema, ya que si lo llevo a mi terreno, el de los libros, yo leo muchos que no están precisamente catalogados como novela histórica o filosófica o lo que se pueda considerar lectura culta. Leo libros de novela romántica paranormal, de literatura juvenil, me he leído hasta el de la Dieta Dukan por mero entretenimiento; de modo que mi cerebro debe tener el tamaño de un granito de mostaza.
Señores y señoras, este tema del tamaño ya está muy anticuado; pero quiero hacer una reflexión. A medida que pasa el tiempo, parece que lo que se tiende es a economizar con el tamaño. Ejemplo: una tarjeta micro SD de 32 GB mide 11x15 mm; su capacidad de almacenamiento, para que nos hagamos una idea, es de unas 2.000 fotos; o sea que si las llevamos a que las impriman necesitamos 80 álbumes y una buenas estanterías donde colocarlos.
En definitiva un cerebro pequeño puede tener una información muchos más interesantes que uno grande, de hecho puede que tenga la información que haga feliz a su propietario y no la que lo haga más culto.
Empequeñezcamos nuestro cerebro haciendo las cosas que nos gusta hacer, viendo los programas que nos gusta ver y leyendo los libros que nos gusta leer.

lunes, 13 de junio de 2011

Límite de Frank Schätzing

Lo terminé hace ya una semana, y desde entonces he comenzado dos libros distintos. Después de Límite comienzo otro que tenía muchas ganas de leer pero que quizás no era al más adecuado tras esta vertiginosa historia.
En mis entradas anteriores (1 , 2  y 3 ) sobre este libro he intentado dar pinceladas sobre el , pero ahora que lo pienso sin gran resultado. Son algo más de 1.300 páginas llenas de todo. De acción, de reflexión, de descripciones, de pensamientos, de relaciones humanas, de riqueza, de gobiernos, de intereses. Demasiado para luego querer leer un libro normal, tengo resaca de Límite, espero que no me dure mucho. Imaginar como me ha dejado este libro que he empezado a leer Cosmos de Carl Sagan, en fin, hay tanto que desconocemos que siempre tendremos nuestras dudas.
Volviendo al libro, recomendado para lectores que no se asusten al ver su volumen, en mi caso un libro bien gordo hace que me brillen los ojos de alegría pero hay a quien le produce ansiedad, parece que solo piensan en cuando lo van a terminar. Yo lo he leído en mi e-book por lo que el factor peso y volumen no ha sido inconveniente, para al que lo valla a leer en papel, ánimo.
Muchos personajes, tantos que hay un resumen al final de todos; además de lo más variopintos.
Mucha acción, en la tierra y en el espacio. Tiros, bombas, persecuciones, derrumbes, atentados.
Y visión del futuro, de lo que podrá ser, de cómo podría ser. ¿Será Schätzing un visionario? , Julio Verne hizo de las suyas con sus libros, quizás vuelva a ocurrir.