La primera palabra que se me viene a la cabeza sobre este libro es "precioso", aunque tengo que matizar. Es precioso como está escrito, como están construidas cada una de sus frases, como usa la palabra perfecta en cada momento. Cuando lo lees y te escuchas en tu mente piensas "que bonito suena esto". Es un tesoro en descripciones, sobre todo en marizar los olores, en la percepción de las cosas, las hace románticas. Solo y sobre todo por esto merece la pena leerlo.
El argumento es harina de otro costal, en mi opinión. Una familia sobre la que recae una maldición, todas son mujeres que dan a luz mujeres y condenadas a sufrir mal de amores, o sea, que los padres de las criaturas o se mueren, o no las quieren, o no se sabe quienes son, bueno un culebrón, y todo esto a partir de 1.904, con lo mal visto que estaba ser madre soltera , ya que hoy en día que el padre corra por patas sería algo de los más común, pero en esa época era toda una deshonra. Todo esto aderezado con temas como fantasmales, y mágicos. La Maldición de Las Lagunas no me ha convencido, aunque tengo que reconocer que es uno de los libros más bonitos que he leído por como está escrito, aunque no desbanca en mi opinión a Ana María Matute en lo que se refiere a escribir preciosidades.
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