martes, 19 de abril de 2011

Dejad que los niños se acerquen a mi

Siempre nos lo han dicho, desde pequeñitos, “hay que leer mucho, es muy bueno leer, tienes que leer” y sin embargo muchos se resisten, lo ven aburrido, no les gusta. El error no está en los niños, está en nosotros y lo que les damos a leer. A un niño lo que hay que despertarle es la curiosidad, tenemos que encontrar algo que les despierte el interés y que haga que les merezca la pena el esfuerzo, ya que para un niño que está aprendiendo a leer, hacerlo le supone un esfuerzo considerable.
Yo firmé con mi hijo de 7 años un contrato en el que entre otras cosas el se comprometía a leer en voz alta dos páginas de un libro todos los días, terminó el contrato, cumplió, tubo su premio pero sigue leyendo dos hojas en voz alta todos los días, incluso más, en varias ocasiones ha  seguido por que decía que quería saber que pasaba, ¡si señor!, se enganchó al libro y el esfuerzo le merecía la pena.
Gran parte de los conocimientos que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida lo hacemos con la palabra escrita, y por lo tanto, se supone, que mientras más leas, mas sabes, si lees física de física y si lees revistas del corazón sabrás mucho sobre la princesa del pueblo, pero los conocimiento los adquieres leyendo por eso es tan importante la lectura.

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